viernes, 27 de septiembre de 2013

La Ruta de los Nazaríes: su gastronomía



Siguiendo con nuestro fascinante viaje por la ruta nazarí, es obligado dedicar un espacio a una de las grandes maravillas de estas aventuras, su comida.

Durante el transcurso de las diferentes etapas por los pueblos y ciudades de las regiones, centenares de bares, mesones y tabernas típicos de cada rincón del trayecto nos abren sus puertas para ofrecernos las mejores especialidades gastronómicas, que pueden degustarse mediante la pequeña porción de una tapa o en mesa.

Todos estos platos tradicionales vienen sellados para la inconfundible marca de la dieta mediterránea. Prueba de ello son las materias primas que ponen el acento en todos los platos: cereales, legumbres, verduras, hortalizas y frutas entran en escena bañadas del elemento más característico de cuantos tenga esta ruta, el aceite de oliva, y acompañadas como no podía ser de otra manera, por los vinos preparados en la zona.


Además, estas regiones cuentan con algunos de los productos más sabrosos de la península como las carnes cerdo, cordero, aves, caza, más el complemento de salazones y pescado.

Uno de los bocados más famosos y deliciosos son los «hoyos de aceite», del cual ya hablamos en un artículo anterior, que consiste en pan fresco de estas tierras aderezado con aromático aceite crudo, acompañado de aceitunas, tomate, habas, tocino, arenques, bacalao e incluso melón o uvas. Otros grandes platos propios de la zona son las pipirranas y las ensaladas, de lechuga con granada y otras variantes, junto con los gazpachos, ajoblanco y salmorejo en la mitad occidental de Jaén.

La cocina andaluza oriental tiene su esencia en el carácter rural de sus platos, su elaboración sencilla y su obsesión por ceder el protagonismo a las materias primas principales, y añadiendo ciertos toques de aliños, caldos o guarniciones. 

Dentro de las carnes, el cerdo es protagonista con su magro, poniéndose al servicio de deliciosos guisos, flamenquines y otros platos; tampoco deberíamos olvidar los derivados de la carne en la matanza, desde Jaén a Granada, y que produce estupendas chacinas y embutidos, chorizos, morcillas, rellenos…El cordero y el choto –preparados al horno o en caldereta– se dan sobre todo en las mesas de las comarcas serranas jiennenses y por las áreas granadinas.

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