Tras la época íbera en la que
Martos es nombrada como Tucci, llega la colonización de la Península Ibérica.
Durante la dominación romana, Tucci es tomada por el imperio y su destino será
el alojamiento de los romanos que no disponían de tierras en Roma.
La dominación de la
Península y la colonización de Tucci coincidieron con el
mandato del emperador César Augusto, recibiendo ésta última el sobrenombre de
"Colonia Augusta Gemela Tuccitana".
La localización de esta nueva
colonia romana está situada en las faldas del gigante montañoso de La Peña, y se extendía entre el
arroyo de la Fuente
de la Villa y
otro arroyo inferior al sur de La Peña.
Desde entonces, se han descubierto multitud de restos de la
época, que corresponden en su mayoría a las villas romanas, mosaicos, pinturas
y objetos. Los restos más importantes son las lápidas con inscripciones romanas
que se conservan expuestas en la fachada del actual Ayuntamiento de Martos.
Adentrados
en la Edad Media.
Durante la época visigoda, Martos será sede episcopal, y se mantendrá de
este modo hasta la entrada en escena de los musulmanes en la invasión islámica.
En este etapa, Martos sufrirá una recomposición de las estructuras
administrativas en la organización de los altos cargos. Además, esta será la
época en la que el cristianismo asumirá mayor poder.
La ciudad fue creciendo en la
zona interior de la muralla, protegiéndose del clima y otras desavenencias,
aunque hay pruebas de que la vida campesina también se desarrolló en el exterior.
En la época islámica. En el año 711, acabará la monarquía visigoda
en la península ibérica, y se producirá la conquista islámica de esta. Martos
pasará a llamarse “Tus” o “Tuss” según el pueblo árabe, y desde entonces
constituirá una de las plazas fronterizas más deseadas y disputadas. Esto se
debía a sus frondoso y fértil terreno, su posición demográfica que le confería
una inmejorable situación estratégica y su consabida fortaleza defensiva. Por
este motivo, se construyó un castillo en la ladera de la Peña, el Castillo de la Peña, con sus murallas
protectoras y los torreones vigilantes del Castillo bajo o Castillo de la Villa, que mantuvieron a
salvo al pueblo de Tuss.
A finales del siglo X, “Cora”, como era llamada la provincia
de Jaén, fue dividida en 16 distritos, siendo uno de los principales el de Martos, o Martus como empezaría a ser llamada. La trama urbanística de
la ciudad estaría acotada por los anteriores vestigios romanos e íberos. Se
cree que estaría comprendida por dos referentes, dos mezquitas. El núcleo
principal se situó entorno a la mezquita principal, se trata, hoy día, de la Real Iglesia de Santa
Marta. Por otro lado, la mezquita secundaria, se
localizó en un cerro, dónde actualmente encontramos el Santuario de María
Santísima de la Villa. En
el interior del recinto amurallado se mantuvieron los sectores urbanos y
representantes del Estado, y en el exterior, se extendieron numerosas huertas y
otras actividades.
En el siglo XI al desaparecer el
califato, y quedar Al-Ándalus dividida en más de 30 reinos, Martos formaría
parte del Taifa de Granada. En 1078, el emir Abd Allah la cederá al Taifa de Sevilla.
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